viernes, 11 de septiembre de 2009

volvemos a empezar


muchas veces en la vida cristiana tendemos hacer las cosas de manera rutinaria, como si todos los dias fueran iguales, pues no son iguales y definitivamente tampoco nosotros, porque en algo hemos cambiado, aunque sea nuestro estado de animo. Este que a veces depende del halago, o de la crítica para estar bien o mal respecto a uno mismo, cosa que no deberia ocurrir, pero para eso hay que despertar y darnos cuenta de que el hoy es maravilloso y que el ser es una oportunidad unica de existir, ese ser que nos hace unicos,con belleza, individuales, capaces de trascender mas allá de lo que solo vemos. Bien lo dice Jesus que el reino de Dios se parece a uno de estos niños, porque los niños son la simplicidad del amor, de la belleza, la dulzura, y la sencillez, asi nos quiere Dios Sencillos humildes, capaces de ver en lo simple, para encontrarnos con el, para entrar en el banquete, para entrar en su reino.
Así siendo como niños y dejandonos llevar de su mano como el hijo que camina junto a su padre en la orilla de la playa, confiados y animados que tenemos un padre que nos ama y nos llevará a puerto seguro mientras caminemos con él,empezaremos cada dia de la mano de nuestro PADRE NUESTRO.



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