inspirados en esta imagen que no hace mas que evocar sentimientos y realidades, que nos hacen sentir y creer que vale la pena luchar esforzarse, por seguir la huella de Jesús, quien vive junto a nosotros, todos los dias de nuestra vida hasta el fin de los tiempos como lo relata su palabra en los evangelios.
Él no esta muerto esta vivito y en medio de nosotros, en especial cuando nos unimos para orar, cuando nos congregamos en nuestras Iglesias, para celebrar la liturgia, o cuando brindamos una mano a quien la necesita, recordemos quien acoge a uno de estos mas pequeños, me acoge a mí...
Pidamos a Jesús la gracia de seguir siempre su huella, y dejar nuestra huella como testigo fiel de que vale la pena entrar por la puerta angosta, y descubrir el umbral de esperanza, que se siente y se vive en esta vida, y en la continuación de ella, pero bajo una forma mas perfecta!
Esta historia continuará
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